La influenza es una enfermedad respiratoria contagiosa causada por los virus de la influenza, que en estos últimos meses del año, en las temporadas de otoño e invierno su propagación aumenta de manera significativa mediante brotes estacionales que van desde el mes de septiembre hasta enero incluso febrero.

Existen tres virus de la influenza: A,B y C.  El virus de la influenza A es el principal causante de las epidemias de gripe de influenza estacional. El virus se contagia de manera fácil por la saliva al hablar, toser o estornudar y por medio del contacto con manos o superficies contaminadas donde el virus  puede sobrevivir hasta 48 y 72 horas.

Muchas veces suele confundirse con una gripe simple, es por eso que debemos conocer las diferencias principales ya que de no atenderse adecuadamente puede llegar a presentar complicaciones en pacientes vulnerables como neumonía o la muerte. 

Algunos de los síntomas principales son la fiebre, tos con ardor traqueal, mocos, estornudos y dolores de cabeza; alunas veces se puede presentar dolor muscular sobre todo en la zona alta del dorso, incluso en niños puede presentarse cuadros de vómitos y diarreas.

Para el diagnóstico se recomienda visitar al médico y realizar una prueba confirmatoria del virus de la influenza en el laboratorio clínico, para que junto con su sintomatología y signos se pueda tomar las medidas de prevención y control de la enfermedad de manera óptima.